background
ACTUACION EN BODEGAS ARGÜESO. SANLUCAR DE BARRAMEDA, CADIZ. PRIMERA ESTRATEGIA

 

Año: 2006
Superficie Construida: 32.422 m2
backVolverNº de Viviendas: 211. Garajes y Trasteros

ORGANIZACION DE LA PROPUESTA:

La premisa de partida ha sido la puesta en valor del conjunto protegido. Para ello, se ha creado una gran plaza que concentra la superficie libre de parcela establecida por ordenanza para la parcela C. Esta plaza ampara y rodea los elementos protegidos, y se define como "Área de Respeto". Su función no es sólo la de dotar de un espacio semipúblico adecuado al interior de la ordenación, sino también potenciar el elemento realmente interesante del conjunto, el claustro cerrado por las bodegas Santo Domingo, Sacristía y Refectorio, con la potente volumetría de la Iglesia de Santo Domingo detrás.

Las dimensiones y posición de uno de los lados de esta plaza, que tiene forma de L, recuerdan al jardín actualmente existente, aunque ahora con una vocación mucho más definida, de puesta en valor del patrimonio. Por otro lado, la superficie libre propuesta es mucho mayor que la actual, con lo que se consigue no sólo recuperar un espacio abierto para toda la ciudad, sino aumentarlo y dotarle de un sentido.

Muchas de las viviendas de la ordenación se orientarán hacia esta plaza, que además se constituirá en espacio de paso obligado para el acceso al aparcamiento público que se prevé en sótano, y en comunicación necesaria y directa entre las calles Mar y callejón de Santo Domingo. Desde esta plaza, se conseguirá un dominio visual del claustro y la iglesia, comprensivo de la organización original de este conjunto histórico, y se trasformará así en espacio peatonal, de paso y también de estancia, tranquilo y alejado de la circulación rodada.

La llegada hasta esta plaza, que es interior a la manzana, se produce mediante recursos que buscan la sorpresa y el misterio propios de los centros históricos en general, y del sanluqueño en particular. Para ello, se hace especial incapié en el recorrido y la secuencia de espacios, mediante compresiones y descompresiones que recuerdan el callejero más característico de la ciudad tradicional. En este sentido, la llegada desde calle de la Mar mantiene mucho del acceso actual al conjunto bodeguero. Se mantiene la fachada a esta calle, y atravesando el mismo hueco, actualmente cerrado mediante una cancela, se llega hasta un patio, pequeña plaza, que es antesala del gran área de respeto, y representativa de la actuación, con el sello bodeguero indiscutible del entorno en que se ubica. El acceso rodado al garaje de plantas bajo rasante se produce en el mismo emplazamiento que actualmente ocupan las oficinas a demoler, claramente diferenciado de este acceso peatonal. Desde esta pequeña plaza, se invita a un recorrido en zig-zag para atravesar el almizcate entre las bodegas Santo Domingo y San León (convertido así en estrecha calle peatonal) y, a través de esta compresión, alcanzar finalmente el área de respeto, gran plaza que constituye el centro neurálgico de la actuación.

El estudio urbano de recorridos y secuencias de espacios no se detiene en esta plaza, sino que constituye un esquema transversal que recorre toda la ordenación, enlazando la plaza con el callejón Santo Domingo, y éstos a su vez con las distintas parcelas del conjunto, la calle del Ángel y la calle de la Mar. De este modo, desde la plaza se atraviesa un espacio porticado en planta baja, con edificación residencial en plantas superiores, que comunica la plaza con el callejón Santo Domingo. La posición de este paso, justamente en el ángulo entre los dos brazos del callejón, ofrece a dicho vial unas fugas visuales que lo enlazan con la plaza. Mediante el mismo recurso, se comunica el callejón con los espacios libres de las parcelas D y F, que se transforman así en espacios semipúblicos, que permiten una permeabilidad y riqueza de recorridos interiores, que ya no quedan limitados al callejón Santo Domingo, actualmente vial en fondo de saco. Mediante estos elementos porticados se permite así la salida, tanto rodada (a los garajes bajo rasante) como peatonal, hacia la calle del Ángel, así como la comunicación peatonal de ésta con el callejón Santo Domingo.

Se consigue con ello potenciar los valores de dicho callejón, que, a pesar de ser un espacio de grandes posibilidades urbanas por su calma y proporciones, estaba totalmente coartado por su falta de recorrido y enlace con la trama urbana.

La edificación planteada se destina a viviendas en plantas sobre rasante, y a garajes bajo rasante. Estas plantas de sótano ocupan el subsuelo de gran parte del callejón de Santo Domingo. Los accesos rodados a las plantas bajo rasante se realizan desde las fachadas a calle de la Mar y calle del Ángel.
Para el diseño de las fachadas, se ha pretendido la integración en el entorno de los alzados a callejón Santo Domingo y calle del Ángel, en continuidad con la trama compositiva urbana en la que se sumergen. En los alzados interiores en cambio, y ante la falta de este condicionante de entorno, se ha pretendido una mayor libertad compositiva, aunque siempre dentro de los cánones estilísticos de edificación en centro histórico.