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ORGANIZACION DE LA PROPUESTA:

Es curioso pensar que la propuesta sobre la que trabajamos, se ubica justamente en la frontera de los establecimientos de los caseríos cristiano y judío, que se desarrollaron a mediados del siglo XII en Alcalá.

A partir del siglo V, cuando el arzobispo de Toledo, Astúrico, levanta una capilla tras descubrir los restos de los niños Justo y Pastor, en el emplazamiento ocupado por la actual cripta de la Iglesia Magistral, se va conformando una nueva población alrededor de la mencionada capilla, que lentamente va creciendo, prolongándose sucesivamente a lo largo de los caminos que cruzaban el burgo y que conducían preferentemente a Madrid, a la Virgen del Val, y a Guadalajara. Este caserío inicial, estaba habitado en un principio exclusivamente por cristianos, a los que posteriormente se unieron los judíos que se establecieron con sus comercios al Este de la población y a ambos lados del camino a Guadalajara, conformando lo que más tarde será la calle Mayor.
Tras la reconquista definitiva en el año 1118 por parte de Bernardo de Agen del enclave militar moro que había sido fundado hacia el 825, los musulmanes se agruparon con los cristianos y los judíos, los cuales habían logrado consolidar la población, y ocuparon una zona al Norte de éstos, en lo que ahora es la calle de Santiago.

Así pues, descubrimos que los terrenos que nos ocupan fueron justamente de los primeros en acoger junto a los que ahora rodean a la Iglesia Magistral Cisneriana, el núcleo poblacional primitivo. De forma que la propuesta se sitúa en el primer enclave del caserío cristiano, al Este de la pequeña iglesia de San Justo, entre los antiguos caminos a Guadalajara y a la Virgen del Val, que son las actuales calle Mayor y calle de Escritorios sucesivamente. Una lçinea imaginaria que a la altura del n'18 de la calle de Escritorios busca la calle Mayor paralelamente a la fachada Oeste de la Plaza de los Santos Niños, sería el límite del asentamiento cristiano, continuando en dirección Este hacia Guadalajara el asentamiento judío.

De esta forma se entiende el edificio que alberga los cines como un gran espacio o sala que tenga una clara analogía con las tipologías tradicionales, como son las iglesias alcalaínas de una sola nave. La solución formal adoptada se corresponde con la iglesia urbana formando parte de la trama irregular, espontánea, semi escondida entre la arquitectura residencial. El volumen resultante se recubre con un caparazón visto, del que sobresalen 5 pilastras de ladrillo que envuelven la estructura de hormigón. Para enfatizar y coronar el tranquilo volumen y darle la impronta de edificio público, se dispone un gran friso con acabado revocado en el que se practican unos huecos intercalados con los remates clásicos de las pilastras, apoyando y dando fuerza a la cornisa de ladrillo.

En cuanto al conjunto referente al edificio para viviendas se recurre a los numerosos ejemplos de la arquitectura alcalaína de los colegios universitarios del siglo XVI, que estableció una serie de invariantes que serían retomados posteriormente en el siglo XVII, tanto en los establecimientos estudiantiles como en los conventuales. Son generalmente construcciones que maclan el ladrillo y la piedra en un ensamblaje perfecto y equilibrado. Normalmente las plantas bajas poseen un zócalo de poca altura y los huecos principales se arquean en un intento de realzar la función. La verticalidad lograda por la coincidencia de los ejes de los huecos, se contrasta frecuentemente con una potente imposta que separa la planta baja comunitaria de las plantas altas destinadas a las cámaras individuales de estudiantes o novicios. Después el acornisamiento donde la madera aligera el peso de los grandes faldones cubiertos con tejas cerámicas.

Así la propuesta pretende aunar estos presupuestos, tomando como punto de partida el conseguir una marcada verticalidad en el cuerpo intermedio del edificio con la coincidencia de los huecos de la planta primera y segunda, rota sutilmente con los elementos en piedra de los balcones introducidos en la fábrica de ladrillo, simplemente apoyados, sostenidos por el propio peso de los materiales. El zócalo se proyecta como franja de unión de los huecos de planta enmarcados en fábrica de ladrillo, conformando una unidad compositiva para el cuerpo inferior que está separado del intermedio antes aludido por una concisa y lineal imposta de piedra. Finalmente el cuerpo superior o cornisa constituido por un voladizo de madera o entablillado soportado por ménsulas de madera, que en la prolongación de los huecos del cuerpo intermedio se tornan cartabones, en clara alusión al portalón de la Hostería del estudiante del Callejón de San Pedro.