Año: 1995
Superficie Construida: 700 m2
Nº de Viviendas: 12 y locales comerciales
La actuación, en cumplimiento del decreto de Gerencia Municipal de Urbanismo de Madrid, se ha centrado en un estudio en profundidad de la patología constructiva que aparecía en el edificio obteniéndose unas conclusiones que hacen referencia a tres problemas fundamentales:
La total pudrición de las escuadrías de madera en torno a las zonas húmedas.
El ataque generalizado de insectos xilófagos afectando viguetas de forjados, vigas y pies derechos.
Los asientos producidos por movimientos en la cimentación que arrastraron a todo el sistema estructural que descendió hasta 25 cm. en algunos puntos.
Los trabajos tendentes al arreglo de todas las consecuencias a que dieron lugar los problemas mencionados comenzaron por el desmontaje de los elementos de estructura de cubierta, que aparecieron totalmente inservibles, al estar afectados por xilófagos y presentar una nula capacidad portante.
En cuanto a los acornisamientos ocurría lo siguiente:
En la fachada a la calle Cava Baja no existía cornisa al haber desaparecido ésta en una actuación pasada en la que se colocaron unas planchas de chapa metálica en todo el borde de cubierta así como en sustitución de unas buhardillas que existían en el faldón de cubierta con aguas a la mencionada calle.
En la fachada que el edificio presenta a la calle Cava Alta, si aparecía una cornisa que constaba de los elementos de madera normalmente empleados en este tipo de casas, durmiente, canecillos y entablillado que estaban en estado lamentable ya que se hacían polvo con la simple presión de la mano.
Según se iba desmontando y, a la vez que se descendía se fue apreciando que los elementos estructurales de madera habían dejado de cumplir su función portante, quedando ésta encomendada únicamente a los rellenos de ladrillo y yesones. Los nudos de encuentro entre elementos verticales y horizontales se encontraban sin ninguna cohesión, arrancándose los grandes clavos de unión de un tirón de martillo.
Así se fue descendiendo y comprobando que era necesario por otra oparte, aliviar al edificio de la inmensa carga añadida que se había ido acumulando con los años, en los sucesivos intentos de logara nivelaciones en los suelos que iban cediendo irremisiblemente en los puntos en que los cimientos se habían movido o los aplastamientos habían deformado los muros portantes.
De esta manera se llegó a un punto en que los elementos primordiales del sótano, planta baja, planta 1ª y planta 2ª así como las fachadas a calles Cava Baja y Cava Alta aparecían susceptibles de ser útiles.
Por otra parte la escalera del edificio no tenía ninguna posibilidad de reparación o salvación.
Todos estos trabajos se circunscriben en un marco de actuación, que atienda al decreto de Gerencia Municipal de Urbanismo, entendiendo que la única manera de reparar, no puede evitar la sustitución de los elementos del todo inservibles.
En consecuencia se puede afirmar que la casa de la calle Cava Baja 27, seguirá manteniendo su propio carácter, con sus muros de fachada invariables, sus forjados de madera en las dos primeras plantas, la escalera en su exactamente misma ubicación; permanecerá así mismo su envolvente volumétrica después de restituidas las buhardillas que aparecían antaño en el faldón a la calle Cava Baja, su color, textura y las mismas cerrajerías e impostas.
Solamente que extirpadas las partes de su conjunto que aparecen necrosadas y sustituidas por otras que cumplan adecuadamente su función, la casa saldrá de su languidez mortecina y recuperará su brío para poder alojar vida e ilusiones.